lunes, 23 de mayo de 2011

El sonido de las letras”, cuentos para los oídos

 
En la emisión participará Enrique Serna con algunas historias que él mismo eligió. ARCHIVO
  • El programa radiofónico se transmitirá por Radio Educación
El público escuchará adaptaciones radiofónicas de cuentos cortos escritos por autores mexicanos contemporáneos
CIUDAD DE MÉXICO (20/MAY/2011).- La adaptación radiofónica de los cuentos del escritor mexicano Enrique Serna (1959), cargados de ironía y humor ácido, Radio Educación iniciará hoy la transmisión del programa 'El sonido de las letras: al compás de…'.

Con la producción de Lourdes Muggenburg, este nuevo programa echará a volar la imaginación de los escuchas, a través de una serie de adaptaciones radiofónicas de cuentos cortos de escritores contemporáneos mexicanos, informó un comunicado del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

De acuerdo con Muggenburg, la selección de los autores obedece a sus cualidades literarias, pues 'se trata de historias muy divertidas y llenas de imaginación, elementos que en el contexto de un programa de radio, nos permiten ofrecer una emisión que despierta la imaginación'.

Las lecturas de 'El sonido de las letras: al compás de…' serán realizadas por Mario Díaz Mercado, acompañado de música y efectos sonoros que desempeñarán un lugar importante durante el desarrollo de la lectura de los cuentos, detalló la productora.

Agregó que durante esta emisión también participará Enrique Serna con algunas historias que él mismo eligió. 

Referente a la producción, señaló Muggenburg se ha manejado a la música como un elemento determinante para contar la historia de cada relato, 'lo hacemos de una manera creativa, con imaginación y cierta experimentación, en el sentido de que tanto los temas como las efectos sonoros aparecen en momentos nada obvios'.

Reconoció que el formato del programa toma como punto de partida el de las radionovelas, pero con la intención de presentar algo distinto, más acorde con la dinámica marcada por las historias presentadas en cada emisión.

'Nos interesa generar ambientes que transporten al radio escucha a los lugares y situaciones que nos cuentan', consideró.

Las anécdotas de Serna están plagadas de personajes atípicos, con personalidades muy divertidas y complejas a la vez, apuntó Muggenburg.

Adelantó que para la siguiente temporada de la serie se presentarán textos de escritoras mexicanas, 'que desde luego tienen muchas cosas que compartir a través de sus cuentos'.

'De momento no tenemos definido quiénes serán, pero me parece oportuno comentarlo, pues el tiempo pasa rápido y esperamos que nuestros radioescuchas estén pendientes de esa siguiente etapa, que también está llena de imaginación', concluyó la productora.

Marina Gasparini escribe 'Laberinto veneciano'

'Laberinto veneciano' aborda las cárceles del pintor Piranesi entre otros temas. ESPECIAL
  • Compuesto por un conjunto de pequeños ensayos
El libro es una invitación al lector a descubrir su visión de la ciudad de los canales
BARCELONA, ESPAÑA (22/MAY/2011).- La ensayista venezolana Marina Gasparini advierte que su nuevo título "Laberinto veneciano" no es un libro de viajes, sino una invitación al lector para que descubra su visión de la ciudad de los canales, un lugar en el que "el tiempo se detuvo" y donde "perderse es una maravilla".

La editorial Candaya publica por primera vez en España a esta autora, natural de Caracas, licenciada en Literatura por la Universidad Central de Venezuela, y que en el año 2000 decidió renunciar a una cátedra en la Escuela de Letras de esa institución para establecerse en la capital del Véneto.

En una entrevista con Efe, Gasparini rememora que la primera vez que pisó su suelo, en la adolescencia y junto a su padre, originario de Italia, quedó subyugada por el lugar y se dijo que algún día viviría allí.

Tres décadas más tarde, decidió "levantar anclas", colocar unos cuantos muebles en un barco, dejar un trabajo en el que literatura y arte se daban la mano, cambiar de continente, e instalarse en "La Serenísima". "Fue una decisión de vida tan fuerte que es difícil arrepentirse, algo que no respondía a una idea intelectual, sino de estómago, de entrañas", asevera.

Residente en el centro, junto a venecianos de nacimiento, a Gasparini le gusta perderse por las callejuelas del lugar, mientras descubre una escultura en la fachada de una iglesia que le había pasado desapercibida o se deja guiar, ya de noche, "por farolas que no alumbran".

Su "Laberinto veneciano", siguiendo al maestro Michel de Montaigne, es un conjunto de pequeños ensayos en los que aborda las cárceles del pintor Piranesi, el retrato de "El joven de la Accademia", de Lorenzo Lotto, o de cómo suena la campana Marangona, la de San Marco.

Tampoco obvia la idea de laberinto como "lugar en el que perderse y encontrarse" y como la "búsqueda de la expresión literaria".

"Es natural -asegura- que te pierdas en esa ciudad, ni con el plano llegas a lo que tenías programado".

Aunque sabe que sus vecinos, venecianos de raíz, no lo aprobarían, afirma que Venecia es la "ciudad en la que se detuvo el tiempo, un lugar de pasado", y agrega que allí "siempre se roza lo perdido, lo que ya no existe".

Ahondando más en ello, mantiene que la ciudad -tomada permanentemente por hordas de turistas- "es hoy una vitrina".

Como se puede leer en uno de sus textos: "En Venecia el pasado no se entierra, se muestra".

En su diálogo y recorrido por la ciudad, Marina Gasparini también rinde su particular homenaje al escritor ruso Joseph Brodsky, un exiliado, prendado de la ciudad, capaz de narrar en una de sus obras qué sintió el día que olió lo que desprenden las algas marinas cuando se hielan.

Preguntada por el hecho de que haya optado por el ensayo y no por la novela a la hora de relatar sus sentimientos con respecto a Venecia, la escritora venezolana se muestra contraria a la "hegemonía de la narración" y llega a remarcar que "las novelas lo han aplastado todo, desde la poesía al ensayo".

Nacida en 1955, Gasparini es autora de una obra ensayística que ha sido editada en diferentes publicaciones de literatura y psicología analítica de Venezuela, Colombia, Inglaterra e Italia.

Muere poeta Roberto Sosa en Honduras

TEGUCIGALPA (AP) — El laureado poeta hondureño Roberto Sosa murió el lunes a los 82 años a causa de un infarto cardíaco, informó su familia.
"Mi padre falleció esta mañana", dijo lacónicamente su hijo Néstor Sosa a la AP.
Relató que Sosa, nacido en abril de 1930, se sintió mal a las 0830 GMT y su familia lo trasladó a un hospital privado de Tegucigalpa, donde murió.
En cadena de radio y televisión, el presidente Porfirio Lobo expresó sus condolencias a María Lidia, la esposa de Sosa, y sus hijos Blanca Leonor, Diana y Néstor Gerardo.
"Mis más profundas condolencias por la pérdida de su ser querido, un símbolo de la cultura y la solidaridad con los más necesitados", afirmó.
Darío Banegas, presidente de la Comisión de Cultura del Congreso, dijo a la cadena local de radio HRN que "el poeta Sosa fue grande y será muy difícil olvidarlo".
Sosa realizó estudios de maestría en Artes en la universidad estadounidense de Cincinnati.
Dirigió numerosas revistas literarias y galerías de arte, y fue catedrático de español en la Universidad Nacional Autónoma. También fungió como profesor de literatura y escritor residente en el Upper Montclair College de Nueva Jersey.
En 1968 recibió el premio Adonáis de Poesía de España por su obra "Los pobres", convirtiéndose de esa manera en el primer latinoamericano en obtener el galardón.
Su libro "Un mundo para todos divididos" recibió en 1971 el premio Casa de las Américas de Cuba y, en 1990, Francia le otorgó el grado de Caballero en la Orden de las Artes y las Letras.
Entre su prolífica obra figuran "Caligramas", "Muros" (1966), "Mar interior" (1967), "Prosa armada" (1981), "Secreto militar" (1985), "Hasta el sol de hoy" (1987), "Obra completa" y "Antología personal" (1990), "Máscara suelta" (1994) y "El llanto de las cosas" (1995), traducidas al alemán, chino, francés, inglés, italiano, japonés y ruso.